Si se desea interpretar sueños, existe un método sencillo basado en técnicas de la oniromancia tradicional que consiste en redactar un diario.
En un cuaderno o libreta, cada vez que recuerdes un sueño escríbelo, sin olvidar poner su fecha y sin preocuparse en pensar en lo fantástico, irreal, irracional o absurdo del sueño, pues cada detalle es esencial.
Lo principal es intentar volver a todos los detalles del sueño y poder acordarse de todo. Al redactarlo hay que buscar ser lo más espontáneo posible, escribiéndolo en borrador si es necesario, sin necesidad de adornos literarios, sino ir poniendo cada detalle cada vez que nos acordemos, intentando seguir el orden cronológico del sueño siempre que podamos.
El escribir sobre un sueño nos ayuda a reflexionar sobre los acontecimientos. En ocasiones, se puede encontrar concordancias o similitudes entre unos sueños y otros, aunque cada uno de nuestros sueños sea un enigma necesario de descifrar.
Mientras dormimos, estamos inmersos en una fase que puede englobar cuatro o cinco sueños diferentes.
Muchas veces persiste en nuestra mente una situación o un hecho que se produjo en el sueño, y nos hace dar vueltas al asunto. Otras, esta situación o este hecho nos persigue, nos importuna y puede incluso repetirse varias veces durante diferentes noches. Son sueños importantes a los que debemos prestarle una particular atención, y no demorarnos en escribir la escena en el cuaderno e ir analizándolo, pues un sueño que nos deja una fuerte impresión aun estando despiertos puede traernos un mensaje importante necesario de interpretar.
Para entender el sentido de cada uno de los sueños, lo más sencillo es consultar un diccionario de interpretación de sueños, fácil de encontrar en cualquier biblioteca o librería, incluso pudiéndose consultar buscando en cualquier rincón de Internet.