Cada número representativo en la numerología otorga una forma de ser a la persona que acompaña, además de conocerla interiormente y poder descubrir su forma de actual o sus inquietudes.
En este caso, por la numerología se conoce que los ocho pueden ser personas muy posesivas y absorbentes. No suelen tener muchos amigos íntimos, ya que por su carácter suelen exigir mucho más de los que los demás le pueden dar. En el amor son intensos y fogosos, y al ser dinámicos, hacen que tengan un gran magnetismo con las personas del sexo opuesto, pero hay que tener cuidado, ya que por momentos puede parecer frío y despreocupado, lo que puede ocasionar problemas con su pareja.
Los números débiles o que necesiten de otros para estar bien suelen estar muy atraídos por el número ocho, por lo que los números dos y seis pueden llegar a estar sometidos ante lo que quiera el número ocho.
Con respecto al cuatro y al siete, puede haber una buena relación si ambas partes ponen de su parte, el cuatro se puede unir por su mentalidad y el siete por su carácter.
Por otro lado tenemos los casos del tres y el cinco, ya que ambos números, al ser dinámicos y muy sociables, se pueden complementar felizmente con el ocho, y esto puede durar mucho y bien hasta que haya un enfrentamiento, sobretodo entre cinco y ocho, donde ambos caracteres puede chocar muy fuerte.
Donde puede estar la unión con menos posibilidades o que no aporte nada bueno, es entre los propios ochos, o con el número uno o el nueve, ya que desde un principio no concuerdan la forma de ser de ambas partes como para tratar de conseguir que ocurra algo bueno.