La crisoprasa es una gema que contiene pequeñas cantidades de níquel. Normalmente es de color verde claro, pero puede variar hasta el verde oscuro, y se trata de una de las variedades más valoradas del cuarzo debido a su impresionante color.
Entre sus efectos esotéricos, se destaca de esta piedra que proporciona confianza y seguridad en uno mismo, siendo una de las piedras más puras y benéficas de todas. El hecho de llevarla cotidianamente aumenta la alegría de vivir y hace, a quien la lleva, más sonriente y contento de carácter.
Las vibraciones de esta gema se oponen a la envidia e incita a comportamientos cariñosos y amables, siendo recomendable para las personas malhumoradas y que muestren poco afecto. Se percibe como una fuerza que estimula a acercarse a los demás y en general mejora las manifestaciones sentimentales y afectivas, refuerza la capacidad de seducción y aumenta el encanto personal. También armoniza las relaciones y la convivencia con los demás.En lo físico protege los órganos sexuales internos, ríñones y garganta. Los principales yacimientos de Crisoprasa se encuentran en países como Australia, Alemania, Polonia, Rusia, y Brasil.