Esta historia está documentada a partir de un sueño que tuvo el rey de Babilonia, Nabucodonosor. Este rey tuvo un sueño y se despertó esa mañana con una sensación de que había soñado con algo divino, pero que no podía recordarlo. Llamó a sus sabios para que le sacaran el significado, pero no podía al no haber visto el sueño, lo cual, el rey les amenazó con la muerte.
Uno de ellos consiguió que el Dios del sueño le diera una visión sobre cuál había sido el sueño de su rey. En aquel sueño, ese sabio vio una simbolización de cómo el reino de su rey llegaría a su fin por culpa de un ataque. El rey lo reconoció y enseguida pudo salvar la situación y rendirle culto al sabio que había conseguido rescatar su sueño.
Otro sueño premonitorio de la antigüedad, fue el que tuvo Jacob, al huir al desierto, y donde pudo tener un sueño que le reveló que la tierra donde descansaba le pertenecía a él. En aquel sueño sintió la presencia celestial, por lo que le hizo tener fe en ese sueño que finalmente lo convirtió en el rey de las tribus de Israel.
Se sabe que muchos generales históricos que tuvieron sueños premonitorios para tener ayudas en la batalla, y saber cómo actuar o atacar. Uno de estos fue Alejandro Magno, que soñó como un sátiro saltaba encima de un escudo, a lo que los sabios le dieron la interpretación de que ese escudo era suyo, Alejandro Magno entonces persiguió a la ciudad hasta hacerse con ella.
Son muchos los ejemplos que se pueden encontrar en la historia sobre los sueños premonitorios, y de cómo ayudaron a los que lo tuvieron.