El Rubí es una de las piedras preciosas de mayor belleza y valor. Durante la Antigüedad, esta piedra preciosa era muy apreciada por su brillo rojo y su belleza. Es una gema de color rojizo. Siendo considerado una de las cuatro gemas preciosas junto al zafiro, la esmeralda y el diamante.
El Rubí representa el amor puro y apasionado. Cuenta con mucha energía positiva, ofreciendo inteligencia, benevolencia y piedad. Esta piedra ahuyenta los malos pensamientos, aleja la tristeza y reprime la lujuria, también previene contra la falta de control y la agresividad. Entre sus efectos esotéricos, se destaca que esta piedra facilita el desarrollo espiritual y sentimental, atrae el honor y la inteligencia.
Es la llamada piedra de la confianza, ya que se dice de ella que es portadora de buena suerte en el juego y en el amor. Su nombre proviene del latín rubeus, que significa «pelirrojo» o «rojizo». En la cultura oriental, el rubí es el tercer ojo de Buda para vislumbrar el futuro. El Rubí tiene afinidad con los signos de: Aries, Capricornio, Géminis, Virgo, Piscis, Libra, Sagitario, Tauro y Acuario.
Se encuentran yacimientos de rubíes en países como Birmania, Sri Lanka, India, Madagascar, Brasil, Colombia y China entre otros. Los de la península de Malaca y Tanzania son de los más valiosos.