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El mundo de la numerología es un mundo fantástico, que a partir de los números y sus relaciones se puede encontrar una realidad en la que el arte y la ciencia son parte para comprender el mundo espiritual por el que nos movemos.
Cada persona, cuando nace, cuenta con cuatro números, esos cuatro números están con nosotros durante toda nuestra vida, y son números que nos dan lecciones y nos indican como será nuestro futuro y el sendero de nuestra vida. El primero de esos números es el sendero natal, el segundo representa el número del alma, el tercero la personalidad externa, y el cuarto el destino de cada persona. Estos número se terminan de la siguiente manera: el primero por la fecha de nacimiento, el segundo por las vocales del nombre que se le da al nacer, el tercero por el conjunto de consonantes que hay tanto en el nombre como en los apellidos, y el cuarto y último por la suma de las vocales y las consonantes que aparecen en el nombre completo.
Para calcular, sólo se puede hacer con dígitos del uno al nueve, por lo que a cada letra del abecedario se le da un número, y cuando se llega el nueve, se comienza de nuevo desde el uno, por lo que a la “h” le pertenecería el 9, y a la “j” el 1.
También se pueden agregar los número 11, 22 y 33, pero se le considera como unas vibraciones especiales que se reciben, consecuencia de supervibraciones de los dígitos simples (dos 1 seguidos por ejemplo). Cabe decir que cada dígito por separado no quiere decir nada concluyente, por lo que para conocer bien a un individuo, debe de darse un estudio global de todos los dígitos.
