La Luna es el arcano mayor número dieciocho, y representa la noche y la penumbra, símbolo del inconsciente humano. Esta carta aparece representada por la Luna. Debajo de ella se encuentran dos perros, que le ladran, un lago y un cangrejo, que está dentro del agua. A cada lado, hay un castillo. La luna se muestra muy potente, en todo su esplendor, muestra un montón de rayos a su alrededor, con los que manda sus destellos, alumbrando al mundo.
Las situaciones representadas por La Luna tienen dos caras: una luminosa y otra sombría, representadas en las posiciones lunares. Estas posiciones simbolizan nuestra mente, ya que, al igual que La Luna, la situación que se vive tiene dos caras. La Luna simboliza el proceso de adentrarse en lo más profundo del alma.
La carta representa un periodo de confusión y oscuridad del que debe salir, olvidando el pasado y mirando hacia el futuro, se trata de la necesidad de cambiar y renovarse, enfrentarse a los problemas con valentía, para restablecer el orden natural, a pesar del miedo. Si esta carta aparece invertida nos indica mentiras y desmotivaciones.