Feng Shui se pronuncia fung suai y es el arte de la colocación, o el arte de la fluidez. Su traducción literal es viento y agua y es un antiguo método chino de diseñar ciudades, casas e interiores. El Feng Shui pretende maximizar el movimiento del chi – la fuerza y energía de la vida universal presente en todo nuestro entorno.
Está muy expandido este arte, y es que con el paso del tiempo su creencia está aumentando, ya que muchas personas lo utilizan para reorganizar sus vidas, y es que verdaderamente funciona, ya que ya que su filosofía se basa en que el aire fresco y el agua alimentan nuestros cuerpos, también lo hace el chi fresco y limpio que nutre nuestros hogares y vidas. Cuando el chi que atraviesa nuestro espacio esta bloqueado, débil ó mal encauzado, puede perjudicar nuestra salud, creatividad, nuestras relaciones, el dinero o el trabajo. Es por esto además de por otras muchas razones, por la que las personas siguen esta filosofía, y es que descubren que consiguiendo que el chi pase por sus casa, encuentran la paz que ansían encontrar.
Cuando el chi esta bloqueado se vuelve viciado y estancado, como un estanque invadido de algas y hojas muertas, por lo que debemos de tener cuidado, y es que en los hogares bloqueados, debemos de organizarlos para poder atajar ese bloqueamiento que impide que entre el chi. Quizás nos sentimos cansados, agotados, deprimidos, incapaces de concentrarnos, con dificultades para avanzar en nuestras vidas. Cuando el chi corre con demasiado fuerza, se convierte en un huracán ó inundación, provocando inestabilidad.