La Crisolita , según su nombre griego indica, significa literalmente: “Piedra de Oro”, llamada así por su color verde-amarillo y su brillo, además de por el poder que se le otorgaba de aportar honor y gloria a quien la llevase en la antiguedad. Fue también usada y bastante apreciada como amuleto protector capaz de alejar los demonios y los seres maléficos.
En la Edad Media ponían una Crisolita cerca de la cama o bajo la almohada para espantar a los espectros y a los espíritus malignos. Se trata de una piedra famosa por actuar contra las pesadillas y los problemas y preocupaciones nocturnos, los ataques de melancolía y apaciguar los espíritus.
Entre sus efectos médicos, cabe destacar que esta piedra se utilizaba también para combatir el estreñimiento crónico, curar las úlceras y favorecer la cauterización y cicatrización en caso de heridas.Pero se utilizaba sobre todo para curar las enfermedades del corazón y vencer las fiebres.