por Desde el principio de los tiempos, siempre han existido intérpretes que se dedicaban a la interpretación de los sueños, descifrando su simbología y sus significados, pues en la antigüedad, los sueños eran considerados revelaciones divinas o diabólicas o incluso revelaciones del futuro del soñador.
Estas personas se dedicaban a escuchar los sueños de las personas que lo solicitaban (aunque se tratara de un sueño insignificante y carente de importancia), para así interpretar su simbología y adivinar con ello acontecimientos venideros.
Estos intérpretes se dedicaban al estudio de la simbología de cada sueño, aunque algunos afirmaban que se trataba de un “don” que no cualquiera poseía y que sólo algunos privilegiados podían poseer, ya que es algo con lo que se nace, que no se puede aprender ni estudiar, pues por mucho que se conozcan todas las interpretaciones posibles que se le puedan dar a un sueño, hay que conocer toda su simbología y su significado a la perfección, sabiendo interpretar cada señal y cada imagen, para así poder conocer el futuro o las posibles revelaciones que puede conceder el sueño.
Actualmente, la interpretación e los sueños es una virtud que muy pocos poseen, y se trata de una ciencia bastante compleja y casi imposible de acertar en toda su plenitud.
La interpretación de sueños siempre viene bien cuando estamos preocupados por algún sueño en concreto, sobre todo cuando dicho sueño o pesadilla nos preocupa, o cuando soñamos con lo mismo en reiteradas ocasiones. Se trata de una manera de poder dormir más tranquilo, sabiendo que si volvemos a tener el mismo sueño, ya sabremos de que se trata.
