La buena suerte y la mala suerte son dos impostores que se presentan en distintos momentos de la vida para alegrar o apenar a quien los sufre. La mala suerte es a veces una sucesión de hechos encadenados y con el Tarot se puede llegar a saber cuáles son esos hechos y cuál es la proporción de culpa que tenemos sobre los acontecimientos.
Muchas veces nuestra imprevisión o forma incoherente de actuar es la causa de la mala suerte que creemos padecer porque el destino lo quiso y que nosotros no somos responsables de esa racha de desgracias.
En el Tarot la mala suerte puede presentarse en la lectura de la carta número “X” que es la de la Rueda de la Fortuna –o del destino-. La aparición de esa carta con otras que la acompañan sobre la mesa en el momento de la pregunta específica puede marcar la proporción de culpa o responsabilidad que nos corresponde por esa circunstancia negativa que nos toca vivir.